Franco Colapinto, optimista y confiado tras quedar décimo con Alpine: "Volvimos. Ya era hora"

En un fin de semana marcado por la exigencia y los ajustes de último momento, Franco Colapinto volvió a demostrar por qué es uno de los nombres que más ilusiona en el automovilismo argentino. El joven piloto de Alpine completó su mejor clasificación desde que se sumó a la escudería francesa: saldrá desde la décima posición en el Gran Premio de Canadá, luego de una sólida actuación en el circuito Gilles Villeneuve.

Aunque la hoja de tiempos lo ubicó inicialmente en el puesto 12, dos penalizaciones -una a Yuki Tsunoda y otra a Isack Hadjar- le permitieron escalar al top 10. Para Colapinto, este resultado representa algo más que una buena posición de largada y marca su ingreso, por primera vez, a la Q2 con Alpine, y confirma una evolución que venía buscando carrera tras carrera.

“Volvimos. Ya era hora”, soltó Colapinto con alivio y una sonrisa sincera al bajarse del auto. El argentino no ocultó su satisfacción, pero también señaló los detalles que le impidieron dar un paso más hacia la Q3: “La goma media me complicó un poco al principio. Me costó calentarla. Cuando agarró grip ya era tarde. Tal vez con la blanda hubiera tenido una chance más”.

A lo largo del fin de semana, Franco y su equipo trabajaron intensamente para mejorar un auto que, hasta el sábado por la mañana, no mostraba señales prometedoras. Tras dos jornadas de entrenamientos difíciles 8(donde incluso terminó por detrás de su compañero Pierre Gasly), el equipo técnico decidió apostar fuerte: rediseñaron la puesta a punto del A525 y encontraron respuestas.

“Fue un salto enorme de un día para el otro. Hicimos muchos cambios y funcionaron. A veces el simulador nos hace ver un panorama diferente a lo que sentimos en la pista. Hoy se notó”, explicó el piloto nacido en Pilar, que destacó el esfuerzo de los ingenieros y mecánicos de Alpine: “Después de tantas complicaciones, siguieron empujando. También es mérito de ellos”, dijo respecto al resultado.

Más allá de lo técnico, Colapinto también dejó ver el costado mental de su preparación. Una imagen lo mostró con los ojos cerrados en la cabina, concentrado, segundos antes de salir a girar en la Q2. “Era un momento clave para mí. Había que visualizar. Estaba bajo presión y rendí, y eso me pone muy contento”, confesó.

En pista, Franco dejó en claro su progreso. Comenzó la clasificación con un tiempo competitivo con neumáticos medios y mejoró notablemente al calzar los blandos, incluso por delante de Gasly, quien partirá desde el fondo. En Q2, probó una estrategia arriesgada: un primer intento con blandos y luego un cierre con medios. Se quedó a solo 0.139 segundos del corte para Q3. “Perdón, podría haber sido Q3”, se lamentó por radio.

El resultado, sin embargo, es altamente positivo. En sus propias palabras, “largando ahí, hay oportunidades”. Confía en una buena salida y en mantener el ritmo de carrera que ya mostró en las tandas largas del viernes, donde su rendimiento fue sólido con el tanque lleno. "Es ir paso a paso, sin volverse loco. El finde recién empieza”, resumió.

Con 22 años y mucho por aprender, Colapinto empieza a afirmarse dentro de un equipo que busca resurgir. Este domingo, en la isla de Notre-Dame, tendrá una nueva chance de demostrar que su lugar está entre los grandes. Y quizás, por primera vez, de sumar puntos en la Fórmula 1.